martes, 1 de julio de 2008

De una balada de un viejo marinero...

Es sólo un fragmento...

“Y esa mujer ¿es el único tripulante?
¿Es eso una Muerte? ¿Hay dos?
¿Es la muerte la pareja de esa mujer?

Sus labios eran rojos, su mirar airado,
Sus rizos amarillos como el oro:
Blanca como la lepra era su piel.
Era la pesadilla Vida-en-la-Muerte,
Que espesa con su frío la sangre.”

S.T. Coleridge.