Fue aplastada por la apatía
La apatía se extiende, se difunde, nos toca, como plaga…
Como un humo azul que se mete por las fosas nasales.
Sí, como aquél humo azul que se extendió gracias a engaños,
mentiras, promesas de tranquilidad, paz, dinero…
Como una enfermedad, de las más peligrosas… y es que es tan fácil de contagiarse.
Se disfraza de tanta felicidad y facilidad que nadie quiere curarse.
Nos domina, la apatía nos domina.
Y cuando el dolor llegue y la verdad aceche,
sólo quedará el amargo sabor y hedor
de la muerte y la miseria que causaron aquéllos
a quiénes la victoria, la apatía favoreció.
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2 comentarios:
tienes toda la razón, podría escribir todo un texto hacia la apatía, tus clases de filosofía son bastante funcionales para hablar sobre ello, todos ahí son apáticos. en fin el punto es que si la apatía nos invade, nos carcome y pronto,
antes de lo que yo quisiera, nos ganará la batalla...
El futuro está abierto... Lo dice Chatelet ;)
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