martes, 2 de octubre de 2007

451 ºF

La temperatura a la que se queman los libros en la novela de Ray Bradbury.
Mi pregunta es ¿Sólo los libros?
A propósito de lo que dicen mi hija Regaene y mi hermana Tsiu. El recuerdo que más se quedó grabado en mi mente de ese libro, es un comentario del autor, donde dice que si bien la época es planteada en un “futuro lejano”, un día que iba caminando por la calle vio a una pareja: el hombre iba sin hablar, la mujer tomada de su brazo con los audífonos puestos, sin prestar atención a nada, abstraída… y realmente la preocupación que expresaba el autor se impregnó en mí.
Y te regreso la pedrada querida hija. En realidad yo pienso la mayor parte del problema somos nosotros como dice Tsiu “Pero el punto es no caer en él o al menos evitar perdernos en su inmensidad lo más que se pueda. Yo no creo que podamos vivir sin marcas, productos comerciales y demás, al menos no por completo; pero hay que aprender a escoger” El punto es saber el cómo usarlos, hay que ser concientes de que un celular, Internet, etc. sirven para comunicarse pero NO es la única manera de comunicarse, puedes ver la televisión pero ser concientes de que la mayoría de la programación que se ve en la televisión NO es real (dejemos a un lado las noticias que están más manipuladas que nada), el punto es saber y hacer uso de ese conocimiento.
Y volviendo a la novela, es impresionante el uso del iPod (reproductores de música en general), por qué yo tengo uno y no lo niego, pero de tenerlo a usarlo como desaforada en espera de destruir mi sentido del oído hay una gran diferencia. Para mí sigue siendo increíble la dependencia que crea, es un vicio totalmente (me refiero llegar al punto de no quitarte los audífonos cuando hablas con alguien por preferir enclaustrarte en la música) y los vicios consumen todos y cada uno de ellos, las tabacaleras cagan dinero prácticamente y no se diga de las cervecerías y los productores de bebidas alcohólicas, las cafeterías como Starbucks compran el café a precios risibles y lo venden como si fuera oro. Hoy escuché en una conferencia el pueblo es p e n d e j o y no sabe (lo cual yo pongo muy en duda), el problema es de las personas que SI saben y se hacen p e n d e j a s. La comodidad nos gana, (¿Después de todo un año oyendo de transgénicos acaso no los sigues consumiendo?) y el problema es que los que sabemos no hacemos.
Pero para hablar de esto con buen manejo del tema (definitivamente) tendré que leer a Wilhem Reich.
Pido perdón por las groserías con letras separadas, pero la censura…

No hay comentarios: